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¡¡¡ CIUDAD DE LAS ACACIAS ¡¡¡ - Era del turismo
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Era del turismo.

Superada la era del ferro y la era del rio, la ciudad iba a engolfarse en una actividad social, completamente moderna. Desde el año de 1932 apuntó la era del turismo con un sentido claro de urbanismo deleitoso. Ampliáronse las calles y para suavizar las llamas que prendían en la vega, sembráronse miles de árboles, algarrobos, almendros y limoneros que extendían fresca sombra y teñirían de colorido los camellones y avenidas. Aquí rompió la era de los acacios, que con sus hojas verdes acuchilladas de rojo, aplacarían las canículas en los meses sofocantes y regarían con sangre vegetal las mañanas limpias e inocentes, y en las noches luminosas atraparían las lunas llenas, que entre los gajos se despedazaban deliciosamente, como enredadas cometas de los niños en los chamizos.
Esta vegetación primeriza junto con los millares posteriores, más de doce mil, borró el nombre del puerto y acuñó el poético de la "ciudad de las Acacias".
Las ferias ganaderas, realizadas ya para estos años. iniciában también su ascenso que habría de tener alturas millonarias.
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